viernes, 10 de julio de 2009

Pantano

Aún me parecía un sueño, estaba rodeada de tantas profesoras que hablaban sobre las actividades que se realizarían durante todo el año en el colegio. Después de organizar los equipos respectivos, yo estaba entre varios, la coordinadora preguntó qué película se iba a presentar en el primer día de bienvenida para los estudiantes. Ella propuso una película hindú que estaba de moda en aquel tiempo, alguien la había recomendado. Cuando escuché el nombre, no podía creerlo, esa película era tristísima. Coincidentemente, días antes la había ido a ver y terminé casi deprimida por la cruda realidad que presenta. Me dije a mí misma que no pagaría otra vez por verla. Es irónico, porque ahora en esa reunión me comprometieron para realizar una especie de ficha sobre ese film, la cual serviría de soporte para la profesora que hablara después de que los estudiantes apreciaran el video. Para elaborar ese material tenía que recordar la historia y buscar alguna información sobre los personajes. No tuve otra opción que hacerlo.

jueves, 9 de julio de 2009

Cielo

La reunión de docentes estaba a punto de iniciar. Me di con la sorpresa y tranquilidad a la vez de que no era la única nueva. Al igual que yo, se incorporaban este año una profesora y un profesor, ambos de la especialidad de sociales; así como, dos psicólogas. Una de ellas me conocía de vista, pues la sra. de D, (creo que le gustaría que le dijeran así) tiene una estrecha relación con la universidad de donde provengo y a veces nos hemos cruzado por alguna de las "facultades"

Las personas nuevas empezaron a presentarse, cada una empezó a decir algunas cosas sobre su vida profesional, yo ignoraba qué decir sobre la mía. En ese momento se me vino a la mente el grado y grupo de estudiantes que tendría que dictar. Aún no me habían dicho qué características tenían, ¿serán todos bilingües? ¿Su lengua castellana habrá estado en contacto con otras como el quechua o aymara?, ¿Hablarían alguna variedad del castellano de la que muchas veces en los contextos urbanos tienden a burlarse por el simple hecho de que se hable "distinto"?
Cuando llegó mi turno sólo pude decir que haría mis prácticas ahí porque me interesaba el tema de la interculturalidad y el bilingüismo. Fui un tanto breve pues estaba un poco nerviosa. Reunirme con un grupo nuevo de docentes no era para mí una actividad de todos los días. En general todas la profesoras (la mayoría son mujeres) fueron cordiales ese día con nosotras, las nuevas integrantes de la institución. Pero, en ocasiones surgía una atmósfera de
desconfianza, de encuentros y desencuentros entre lo "nuevo" y lo tradicional...

miércoles, 1 de julio de 2009

Campo

Abrieron la puerta y yo ingresé. No había ninguna estudiante pues las clases oficialmente iniciarían después de unos días. Yo estaba ahí porque tenía que conocer el nuevo espacio donde trabajaría, lo que implicaba integrarme a esta comunidad educativa. Mi interés en realizar las prácticas en ese centro radica en que su población estudiantil del turno vespertino proviene, mayoritariamente, de otros contextos culturales del Perú. Por eso, la forma de hablar, de escribir el castellano; así como, la visión sobre el mundo, son diferentes al de un estudiante citadino. Un gran porcentaje de las estudiantes del colegio donde realizo mis prácticas trabajan. Algunas como vendedoras en algún negocio y otras como trabajadoras del hogar. Pese al trajín que realizan por las mañanas, dichas alumnas llegan con mucho ánimo y disponibilidad al colegio, con aprender nuevos temas. Este factor está relacionado estrechamente con las clases que recibí sobre interculturalidad, análisis lingüístico y lingüística andina. Me develaron muchos aspectos que no comprendía sobre nuestros castellanos en el Perú. Sobre todo me permitieron entender por qué el castellano andino (donde diversas veces ha sido remedado) se habla de esa forma; quien iba a pensar que uno de los factores es porque en el quechua no hay algunas vocales que tiene el español. Sucede algo similar cuando deseamos aprender inglés. En esa lengua existen diversos “soniditos” vocálicos que intentamos imitar; pero nos parece tan extraño, a las que hablamos castellano, que a veces no logramos pronunciar como se requiere. De igual forma sucede en otros contextos como el andino o amazónico.

Tierra

Toqué el timbre. No era la primera vez que visitaba ese colegio; pero ese día, lunes, fue distinto. Ingresaba, ahora, como una estudiante en transición a ser docente. Desde adentro, contrastaría verdaderamente la teoría, "lo ideal en la educación" con la práctica real. Es algo que no me emocionaba del todo, porque en épocas pasadas lo menos que he deseado es aterrizar. "Secuelas" de mi primera carrera. Ser, o en camino a SER, docente es distinto. Existen personas, admirables por cierto, que desde siempre han sido formadoras de seres humanos. Muchos (as) de mis profesores (as) de la universidad son así. Su vocación docente se manifiesta en cada pensamiento, actitud y servicio hacia los demás. Pensarás que es ilusorio ver de esa forma a los educadores (as), quizá lo sea, pero fue una las causas que me llevaron a explorar -más que animar- ese camino pedagógico. Por eso, ignoro si algún día perciba que realmente soy educadora. No sé si deseo librarme de responsabilidades, pero por ahora me agrada decir que soy una aprendiza en el quehacer educativo.